Siempre se llega a alguna parte

 si se camina lo bastante.

En medio de la locura el mas cuerdo hace pájaros de barro y los echa a volar, y mis pájaros que vuelven prácticamente hechos de madera de boomerang, te espían, te siguen y me vuelven a informar. Estas lejos y tan cerca...¿recuerdas cuando eso era la batalla de cada día? Nos alejamos por dejar de batallar. Uno con más heridas de guerra que otro (habrás adivinado cual es cual) pero aun así albergue esperanza, me sentí vencedora de una tregua nada blanca. Y después de todos esos años me doy cuenta de que las promesas de una próxima lucha cada vez se disipan más y más. No estoy celosa, de que ahora luches al lado de otra. No. Claro que no. Es sólo...que me gusta la guerra como al que más y desde que  vivo sin sobrevivir, he perdido parte de mi alma de soldado, mi caza sin gasóleo espera en la terminal con ganas de volver a volar. ¿Recuerdas la primera y ultima pelea cuerpo a cuerpo? parecía que no iba a terminar y entonces exploto dentro de mi, ese cosquilleo se quedo a vivir en mi. No son celos, es que necesito a mi enemigo para tener motivos de luchar